
El planeta no podrá alimentar a toda la población dentro de 30 años
En un artículo publicado en 'Nature' proponen limitar el consumo de carne a una vez por semana para reducir el impacto medioambiental del sector.
Los investigadores de la Universidad de Oxford han desarrollado un modelo detallado para cada país, a partir del cual pudieron realizar una simulación mundial sobre la evolución del sector. Así han identificado varias áreas de impacto críticas: las emisiones de los gases que aceleran cambio climático, la pérdida de espacios naturales, el uso de agua dulce y la diseminación de nitrógeno y fósforo a través de fertilizantes. Partiendo de esa base concluyen que ninguna medida en solitario puede mitigar lo suficiente el aumento de la presión sobre el clima global; sólo un enfoque multidisciplinar permitiría abordar el problema y garantizar el sustento de una población mundial que para el año 2050 debe alcanzar la cifra de 10.000 millones de personas.
Dicho enfoque pasa por un cambio global en la alimentación hacia productos de origen vegetal, además de la reducción a la mitad del desperdicio de comida y de una mejora de prácticas y tecnologías agrícolas. "Aunque se necesitan cambios a gran escala para mantener los sistemas alimentarios dentro de los límites medioambientales, todo el mundo puede marcar una diferencia, por ejemplo adoptando dietas más sanas, apoyando a empresas con prácticas sostenibles y exigiendo a los responsables políticos una regulación medioambiental y sanitaria clara y firme", explica Marco Springmann, investigador de la universidad inglesa y autor principal del artículo.
Un cambio en los consumidores
Para contrarrestar el impacto de la producción de carne en el medio ambiente, los autores del artículo abogan por una dieta que privilegie los productos locales y de temporada, con al menos 500g diarios de frutas y hortalizas, al menos 100g de proteínas vegetales (legumbres, cereal o frutos secos) y pequeñas cantidades de proteínas de origen animal, como aves de corral, pescado, leche y huevos. La carne roja quedaría reducida a una porción semanal, muy por debajo de su consumo medio actual, especialmente en España donde cada habitante consume 250-300g de carne al día.
Acabar con el desperdicio
En España los hogares tiran a la basura más 3,5 millones de kilos de comida cada día. Además de la pérdida económica que supone haber producido algo que no se va a consumir, la descomposición de los alimentos en los vertederos genera grandes cantidades de metano. En este sentido el artículo se une a una batalla que la FAO libra desde hace años. Desde la agencia internacional explican que los consumidores podrían reducir la cantidad de desechos tomando medidas simples, como servir porciones más pequeñas, aprovechar los ingredientes sobrantes y apoyar a cafeterías, restaurantes y supermercados que ponen en práctica medidas para reducir los desechos.