
ODS16. VALOR AMIA inicia ciclo de conversatorios con “Oportunidades y Desafíos de Derechos Humanos en las Cadenas de Suministros”
Este primer encuentro contó con la participación de referentes internacionales en materia de Derechos Humanos
Se inició el ciclo de conversatorios VALOR AMIA 2022 con "Oportunidades y Desafíos de Derechos Humanos en las Cadenas de Suministros" a cargo del programa Valor RSE + Competitividad con el apoyo de Corresponsables como media parter. Esta iniciativa, ejecutada por AMIA, tiene el objetivo de acompañar a las empresas en la gestión sostenible de su cadena de valor, mediante consultoría y capacitación.
En esta primera fecha, Valor Amia planteó los obstáculos más grandes que se han identificado hasta la fecha, en relación al pleno funcionamiento de los principios rectores de derechos humanos en el ámbito empresarial y cómo impactan en sus cadenas de suministros, así cómo es que se deben preparar las empresas para asegurar su competitividad, evitar la interrupción del abastecimiento y garantizar la continuidad del negocio en tendencias regulatorias.
El panel, integrado por los especialistas Dante Pesce (Chile), fundador y director ejecutivo del Centro Vincular-PUCV, y miembro del Consejo Asesor sobre Empresas y Derechos Humanos de los Principios de Inversión Responsable de la ONU; y Nicolás Liarte (Argentina), de la Consultoría Management & Ética; Responsabilidad Social Empresaria / Sostenibilidad, y asesor del Comité Ejecutivo de CoopTaCord, dieron un balance general sobre la actual situación de los principios de Derechos Humanos en los sectores empresariales de la región. El conversatorio fue moderado por Fernando Passarelli, coordinador ejecutivo del Programa VALOR, que AMIA lleva adelante con el apoyo del BID y FOMIN.
Dante Pesce explicó que las barreras más grandes son los gobiernos, porque existe una falta de liderazgo con el ejemplo y una falta de coherencia entre sus políticas públicas. Asimismo, señaló que tienen la obligación de proteger los derechos humanos de vulneraciones, “facilitando un estado de derecho, justicia, separación de poderes, que significa el respeto de una serie de derechos contextuales, pero también de generar los incentivos necesarios a partir del liderazgo con el ejemplo, es decir, que las empresas estatales no pidan a las empresas privadas que hagan algo que no están dispuestos a hacer”, agregó.
En esta misma línea, el asesor del Comité Ejecutivo de CoopTaCord, Nicolás Liarte, aseguró que, un punto clave es toda la labor intensa de los organismos multilaterales que fue facilitando la unificación del discurso en Argentina, sobre qué se entiende cuando se habla de empresa y derechos humanos. Sin embargo, sostuvo que “el Estado no veía como tema propio este asunto, costaba mucho encontrar, a nivel local o nacional, un interlocutor que facilitara ese diálogo en materia de derechos humanos”. Asimismo, consideró importante unificar la legislación, buscar su aplicación real y efectiva y facilitar el diálogo con el sector empresario para construir una cultura de la responsabilidad en materia de derechos humanos.
Por su parte, Passarelli propuso a debate en el conversatorio “El desarrollo de oportunidades y desafíos de Derechos Humanos en las cadenas de suministros”, el hecho de que hay empresarios que consideran débiles sus cadenas de valor y que, en repetidas ocasiones, bajan el nivel de exigencias a sus proveedores para que el negocio tenga cierta continuidad, además de cuestionar al organismo que hará efectiva y de calidad la fiscalización de situaciones vinculadas a derechos humanos y empresas.
Dante Pesco indicó que, la mayoría de las empresas “maduras” en el mundo, se arriesgarían en asumir los gastos que sean necesarios y los considerarían, no como un costo sino como una inversión, para avanzar en el conjunto de los impactos, algunos que ya son gestionados preventivamente, que ya están internalizados y les llaman derechos humanos.
De igual forma, Nicolás Liarte considera como una gran oportunidad para el sector empresarial es trabajar con mayor calidad, mayor competitividad y una invitación al cumplimiento de la normativa vigente. “El Estado pasaría a ser un Estado estratégico a los fines de integrar y nivelar la “cancha” para que no quede nadie afuera, por lo que considera como una discusión vital y pensar este tema en materia de derechos humanos, como una oportunidad y con un sesgo más inclusivo”, agregó.
Al término del evento, ambos especialistas sostuvieron que el Estado es un enorme impulsor de políticas que favorecen el crecimiento igualitario de los sectores productivos y que los derechos humanos en las empresas es una ola que vino para quedarse; así mismo, sostuvieron que las empresas que trabajen con la norma 9001 de calidad ya fueron incorporadas hace dos años a la antesala de evaluación de riesgos y que solo hace necesario adoptar esta nueva medida sin mayores contratiempos.
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