ODS8. La inteligencia espiritual y las competencias del liderazgo consciente

Humberto Rueda, Sembrador de Felicidad

30-05-2022

“Que todas las personas podamos ser felices en nuestros trabajos, no es solo importante para tener empresas más productivas y estables, es importante para transformar la sociedad, para sanar a la humanidad”

Esta frase se encuentra en la página 16 de mi libro CÓMO SEMBRAR FELICIDAD EN LA ORGANIZACIÓN Y EN TU VIDA. Por qué?

Porque, si en el mundo hay 4.300 millones de personas que trabajan, el 85%, o sea, 3.600 millones de personas, no disfrutan sus trabajos, según un estudio de Gallup. Además, según un estudio de Imperative, es imposible sentirse pleno en la vida si no se es feliz en el trabajo. Esto significa que somos una humanidad enferma de tristeza y falta de sentido y plenitud y que, uno de los caminos para sanar es resignificar el trabajo, para encontrar en él el disfrute y el vehículo para darle sentido a nuestra existencia.

Para esto necesitamos líderes conscientes, capaces de crear entornos fértiles para que pueda florecer la esencia de sus miembros y desplegar su máximo potencial al poner sus talentos al servicio de los demás, generando riqueza y bienestar al interior de la organización y en todos los ámbitos que esta impacta (clientes, proveedores, comunidad, gobierno, etc.). Estos entornos fértiles son lo que hoy llamamos “Empresas Conscientes”.

Una empresa consciente es aquella que es guiada por un propósito inspirador, que es conocido, comprendido y compartido por todos. Esto facilita la generación de un entorno de confianza, en el que sus líderes se quitan de en medio para permitir que los talentos florezcan sin restricciones, y es posible, además, porque el liderazgo no está asociado con la jerarquía, sino con la sabiduría y la vocación de servicio. En una empresa consciente, nadie tiene restricciones ni limites a sus delegaciones; por el contrario, sus miembros tienen claro qué es lo mínimo que se espera de ellos y tienen la libertad de aportar tanto como puedan.

Esta cultura, centrada en las personas, se construye sobre una práctica de aprendizaje permanente, que valora el error como lo que es: información, y una oportunidad para hacerlo mejor la próxima vez. Al final, las empresas conscientes no pierden el tiempo compitiendo con otras empresas, sino que se enfocan en ser cada vez más competentes para dar más valor y servir mejor a sus clientes, lo cual, además, llena de orgullo a todos sus miembros.

Qué caracteriza a un líder consciente?

Un líder consciente tiene muy bien desarrollada su Inteligencia Espiritual. Más allá de la inteligencia emocional, que nos permite relacionarnos de forma asertiva con personas o circunstancias y cuyos ingredientes son las competencias blandas o comportamentales, la Inteligencia Espiritual es la que está conectada con el Amor y la Trascendencia, y nos permite darle sentido de todo lo que hacemos. Es la inteligencia que “abraza” a las inteligencias intelectual y emocional y las potencia dándoles sentido.

Te has preguntado para qué trabajas? Para qué vives en este mundo?

Muchas personas no lo tienen claro y, tarde o temprano, la ausencia de claridad a estas preguntas los lleva a entrar en estados depresivos por sentir que sus vidas carecen de significado.

La Inteligencia Espiritual tiene asociadas un conjunto de competencias, que yo las bauticé como “Las Competencias Internas”. Son 12 competencias, organizadas en 2 competencias esenciales que les dan sustento a las otras 10.

La competencia esencial es LA CONCIENCIA. Esta es la que nos permite “despertar” y “darnos cuenta”, comprender el propósito de la vida y el nuestro personal, relacionarnos con las circunstancias de forma empoderada y no victimizada y conocernos interiormente, en nuestras dimensiones física, mental, emocional y espiritual.

Complementando la conciencia está el APRENDIZAJE, que nos permite vivir la vida en modo aprovechamiento, capitalizando todas las experiencias y usando el error como un gran aliado para nuestro crecimiento.

Estas dos competencias esenciales le dan sustento a un grupo de 5 competencias, cuya función es la de ayudarnos a movernos de estados de ánimo de Resentimiento a estados de ánimo de Paz, liberándonos de las cadenas que nos atan al pasado y que no nos dejan avanzar hacia el logro de nuestros sueños. Estas 5 competencias, que adquieren significado una vez despertamos nuestra conciencia, son: GRATITUD, RESIGNIFICACIÓN, PERDÓN, ASUMIR y RESPETO.

Además, existe otro grupo de 5 competencias, también sustentadas en la conciencia, cuya función es la de ayudarnos a movernos de estados de ánimo de Resignación a estados de ánimo de Ambición, moviendo la inercia que a veces nos frena de lanzarnos a perseguir nuestros sueños más anhelados, para hacer que las cosas pasen y hacerlos realidad. Estas 5 competencias son: CONFIANZA, DISPONIBILIDAD, FLEXIBILIDAD, CAMBIAR LAS CIRCUNSTANCIAS y HACER QUE LAS COSAS PASEN.

Necesitamos entonces despertar en todos nosotros estos 12 ingredientes de nuestra inteligencia espiritual, para convertirnos en Sembradores de Felicidad en nuestras organizaciones y en nuestra comunidad y ayudar a sanar a la humanidad.

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